lunes, 22 de septiembre de 2008

Ya lo veo, el destino
frágil de mi sangre,
el estino con hambre,
con sed y ensoñado,
el destino vacío,
que nunca el futuro
me llenará de nada,
nada pacífica, sin montañas,
pero yo ya lo grito:
¡no quiero paz!
¡ni tranquilidad ni faz!
Sólo quiero atragantarme de amor,
ahogarme en mi mar,
ser enterrado despierto
con aires en mis adentros,
llorando por un amor que ho ha vuelto.



10/06/08

No hay comentarios: