jueves, 18 de septiembre de 2008

yo poeto.

Qué sensanción más grata.
Sentí que el sol me amaba,
sentí que la luna rezaba por mí,
y que la Tierra, más que nunca,
me deseaba y atraía hasta aquí.

La primera vez fue un beso llorado,
fue un parto querido,
imprevisto como la suerte,
y lleno de todo, menos de muerte.

Cuando terminé, vi mi fin,
mi objetivo, mi libertad,
sentí que me encontré,
me amé por primera vez.

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